Descubre rutas interesantes de Sevilla como esta del Cervantes.
Si te gusta la literatura española, esta ruta sevillana no te decepcionará.
Se dice que Miguel de Cervantes Saavedra residió junto a su familia en Sevilla en algún momento de su juventud. No obstante, tal circunstancia no ha podido ser comprobada.
Sí está demostrada su estancia en Sevilla entre 1587 y 1600. Transcurre en el periodo en que Cervantes ha abandonado la idea de convertirse en militar. Por tanto, decide orientar sus esfuerzos en buscar un trabajo en la administración pública. Hay que decir que sus primeras obras literarias y su modesto éxito como dramaturgo no le habían hecho salir de sus estrecheces económicas.
Y es en este contexto que nuestro más célebre escritor español aceptó el puesto de comisario de las galeras reales en 1587. Su misión era la de recolectar víveres para la Armada Invencible que planeaba atacar Inglaterra. Se trataba de un trabajo desagradable porque los víveres los tenían que proporcionar las familias. Más tarde, se convirtió en recaudador de impuestos atrasados e impagados.
En 1590 Cervantes solicitó al Consejo de Indias permiso para pasar a América, el Nuevo Mundo.
Quiso ocupar un cargo administrativo, que, por suerte le fue denegado. Sus empleos no le proporcionaban el dinero suficiente para sobrevivir por las deudas que había acumulado. Cervantes fue encarcelado varias veces.
Y es a finales de 1597, desde la cárcel, tal y como él mismo confiesa en el prólogo del Quijote, el autor comenzaría el Quijote. Las que nos llevaría a caballo por caminos llenos de aventuras y de personajes asombrosos. Nos hablaría de gastronomía y nos presentaría personajes variopintos y pastores que hablarían de sus desamores. A caballo siempre y a la vera de su fiel escudero, Sancho Panza.
Sin lugar a duda, el conocimiento de lugares y personas durante los años que vivió en la capital hispalense tejieron una obra asombrosa y traducida en más de cincuenta idiomas. En Las novelas ejemplares se recogen numerosas novelas donde la ciudad de Sevilla sirve de telón de fondo e inspiración. Un ejemplo es cuando imaginó en “El rufián dichoso” la casa del personaje Monipodio. Esta casa se ubicaría en la parte trasera de la Casa de las Columnas, por donde se situaba por aquel entonces la Fábrica o Molino de la Pólvora.
El arenal de Sevilla, la Puerta de Triana y la Torre del Oro son descritos en su obra Rinconete y Cortadillo. En el Coloquio de los perros se hace referencia a la Lonja, donde se hacían negocios y que es el actual Archivo de Indias. En el capítulo V del Viaje al Parnaso se describe a unos navegantes que se lanzan al agua cuando ven zozobrar su barco en medio de una gran tempestad.
Así, comentan mientras buscan llegar a una orilla, lo felices que serían si llegaran a un lugar tan placentero donde se encuentra el Compás de la Mancebía. En “la ilustre fregona”, el personaje de Lope Asturiano canta una canción acompasada por su guitarra ambientado en Compás de Mancebía. Un lugar de frecuentación del cante y la diversión.
Existe por lo tanto, un plano de la ciudad de Sevilla que recorre los lugares que Cervantes visitó y que de alguna manera los plasmó en sus obras literarias.
Incluso hay una escultura dedicada a Cervantes. Pero, debo advertir, que Cervantes nunca se hizo retratar y no existe una retrato o un boceto de su cara. Nadie sabe cómo era. Por eso, los dibujos que representan la figura de Cervantes son interpretaciones del artista pintor o escultor.
¿Os gustaría saber dónde?
Ven a Sevilla a conocernos y te hacemos una guía-clase de español de la ruta cervantina. ¡Te esperamos!
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